martes, marzo 21, 2006

Contaban en vilar:
Nos primeiros dias da guerra as noticias que chegaban o pueblo eran poucas ye alarmantes, casi todos os paisanos do pueblo colleron medo ye marcharon po monte unhos por medo ye outros por simplemente impotencia de nhun saber que facer. A medida que foron pasando os días os homes ya foron baixando de Fungaliñeira ye Balourio pa as suas casas pa volver a vida normal. Los que estaban en edad de filas acabaron en los frentes de Asturias y muchos en el Ebro, Jesús de Herminia, Samuel, Eladio, Amaro, Eumenio y muchos mas que no recuerdo ahora, entre ellos dos jóvenes de la época nunca mas volvieron a su pueblo “vilar” seguro que muchos jóvenes ni lo habías oído. Adolfo, el segundo hijo de “Tiu Anxel ya Tia Matilde” es decir hermano de “Ceso” creo que murió por “la patria” en la batalla del Ebro. Segundo, hijo mayor de “Tiu Pepe ya Tia Rosaura” por tanto hermano de José y Domiciano cayó también “por la patria” en Belchite frente de Aragon y ayi estarán sus restos. Creo que es bueno recordar estos dos jóvenes de los que tan poco se ha hablado en el pueblo e insisto en lo del otro dia, que no eran, ni buenos ni malos, ni de derechas ni de izquierdas, eran simplemente soldados que les toco el bando nacional y alli dejaron su vida Un saludo………………villar

viernes, marzo 10, 2006

Historias y verdades..por villar
Como otras veces conté, alrededor de la estufa de la cantina de Alfredo escuche muchas historias una de estas era así. Parece ser que durante la guerra (no se precisar año) llegaron un día por el “goladin” a villar una cuadrilla de falangistas de la zona de el Valle de Finolledo y Vega de Espinareda, llegaron con sus camisas azules y montados a caballo como si de “vaqueros del Oeste” se tratara, se dirigieron a la cantina de “José de Embaixo” con la sola intención de tomar unos vasos y de paso “requisarle” lo que tuviera de existencias que seguro que no era mucho, unas sardinas en escabeche, tocino, pan y algún garrafón de vino. Mientras estaban en la cantina bebiendo y cargando las caballerías con el “botín requisado” ya por el pueblo había corrido la voz de que estaban “requisando” a “José de Embaixo”, una partida de hombres del pueblo se dispone a hacerles frente y no permitir que se lleven el botín “requisado”, se van colocando estratégicamente por los huertos y esquinas esperando a que salgan corral arriba. Cuando los “requisadotes” montan en sus caballerías y arrancan corral arriba por delante de la casa de la tía Maria y tiu Serafín en el huerto(hoy cochera de Quico) estaba “O tiu Benino” (abuelo materno de Basurilla)como el huerto en aquellos años levantaba del suelo por lo menos dos metros, no le fue difícil desde su escondite pegarle un “morrillazo” a uno de los “requisadotes” llamado “ Cachina” de los Cachinas de Vega de Espinareda, el morrillazo le dio en el pecho derribándole del caballo, se volvió a montar y salio a toda mecha, los paisano comenzaron a gritarle ¡vuelve cachina, vuelve, que te vamos dar pan y vino, para que andes el camino! Seguro que los vilaregos habréis oído esta frase mas de una vez. De este hecho quedo la frase en el vocabulario popular para siempre Lo que ya no recuerdo, si nuestros abuelos recuperaron el botín “requisado” o no, pero si recuerdo que lo contaban con todo el orgullo de “haber acantazado os falangistas veiga” “requisado” = robado saludos……………….villar

jueves, marzo 02, 2006

Garciaberciano
DÍAS SOMBRÍOS

Para desgracia de todos los españoles, la post-guerra civil fue una triste etapa de nuestra vida en común que, todavía hoy, intentan digerir las generaciones que la padecieron directamente y las que, como la mía, vivimos sus secuelas...Fue un tiempo de silencio, como acuñaría en su novela Luis Martín-Santos, que sumió al país en la tristeza y en la desesperanza... De ésta última (la desesperanza) habla una carta que, a mí particularmente, siempre me ha impresionado: la que escribe el personaje de Teresa en la película El Espiritu de la Colmena, dirigida por Víctor Erice. Una magnífica película que, en mi opinión y pese a estar ambientada en una familia acomodada, retrata magníficamente ese aire opresivo del final de la guerra y comienzos de post-guerra.
La carta dice así:
"Aunque ya nada pueda hacer volver las horas felices que pasamos juntos, pido a Dios que me conceda la alegría de volver a encontrarte. Se lo he pedido siempre desde que nos separamos en medio de la guerra y se lo sigo pidiendo ahora en este rincón donde Fernando, las niñas y yo tratamos de sobrevivir. Salvo las paredes, apenas queda nada de la casa que tú conociste. A menudo me pregunto a dónde habrá ido a parar todo lo que en ella guardábamos, no lo digo por nostalgia, resulta difícil volver a tener nostalgia después de lo que nos ha tocado vivir en estos últimos años. Pero, a veces, cuando miro a mi alrededor y descubro tantas ausencias, tantas cosas destruidas y al mismo tiempo tanta tristeza... algo me dice que quizá con ellas se fue nuestra capacidad para sentir de verdad la vida. Ni siquiera sé si esta carta llegará a tus manos. Las noticias que recibimos son tan pocas y tan confusas... Por favor, escribe pronto, que sepa que aún vives.
Recibe todo el cariño deTeresa"